Estudiante del Diplomado en Educación Popular y Psicología Comunitaria (Versión 2016)

La sangre, el dolor y la angustia, han producido la madurez, claridad y realismos suficientes para poner en primer lugar de las preocupaciones, la unidad de los revolucionarios, la responsabilidad política y la autoridad moral para asumir tareas de dirección (…) morimos por la patria y cuando se muere por ella y por la revolución, se vive eternamente.[1]

Si bien el siguiente relato y las emociones e ideas contenidas en su espíritu, está escrito con la certeza de haber vivido y aprendido lo necesario, nunca suficiente, como para seguir luchando por la organización de las comunidades en los distintos territorios del país –ahora en Chiloé-; no obstante aquello el presente relato escrito a modo de ensayo/manifiesto y propuesta contiene una profunda pena y frustración de ver como cotidianamente se siguen corroyendo y fracturando las relaciones humanas y los valores manifiestos en las distintas culturas.

Una profunda tristeza que deriva y es, paradójicamente, producto de transformaciones socioculturales contemporáneas y modernas, políticas de desarrollo y progreso materializadas en los distintos sectores de la institucionalidad, producto y productora de subjetividades alienadas y alienantes que se confrontan infinitamente hasta el resquebrajamiento de las voluntades de quienes las caminan. Fracturas de relaciones, valores y culturas que devienen principalmente de una transformación, instrumentalización, instrumentalización y aprovechamiento de nuestros recursos naturales y elementos constitutivos de nuestro ser.

Y en todo este escenario: UNA EDUCACIÓN QUE SIGUE REPRODUCIENDO LÓGICAS DE PODER y relaciones alienadas y alienantes de nuestro entorno, materializadas y representadas en políticas y programas homogeneizantes y descontextualizadas.

Sábado 28 de noviembre

La historia de la cotidianeidad y de cómo se fue dando el día terminó por asaltar mi pasión. Me enmudeció la falta de intensidad. De pronto estaba ya sin palabras y a la espera de un brillo de luz. Estaba atónito ante la rutina y la repetición de lo ordinario. Sólo quería salir. Nacía en mí la imperiosa necesidad por lo desconocido, era como si de pronto se alzara en mi un instinto que terminaría por revolucionar mi existencia y amotinar mi estancamiento. Sólo quería salir, moverme hacia algo más.

Recapitulando un poco, en el trabajo anterior expuse un breve diagnóstico en torno a la institucionalidad público/privada presente en la ruralidad insular de Chiloé la que, en materia de educación y encarnada en diversos programas y presupuestos ha tendido a reproducir relaciones de poder abusivas y al margen de las subjetividades presentes en el territorio.

Citando a Berroeta (2014) y trascendiendo a la orgánica de la organización público/privada, las acciones de los distintos programas representantes de la política estatal en la zona en diversas materias –sea educación uno de ellos-; y los objetivos tienden a estar centradas en un trabajo por lo individual, el mejoramiento y la dependencia tanto institucional como hacia otro en general, y no hacia un trabajo centrado en lo comunitario,  la transformación y la lucha por “la” autonomía[2].

Alimentando, de esta manera, aún más un modelo de vida que tiende progresivamente hacia la deshumanización, invisibilización de los valores de la vida, hedonista y material, centrado en la estética y el consumo, heterocentrado y competitivo, que en definitiva está rompiendo con años de relaciones humanas constructora de una cultura riquísima y respetuosa con los elementos de su entorno.

En este contexto se puede plantear, nítidamente, que la ruralidad insular de Chiloé y más allá de su discurso no es una excepción y está atravesando una crisis en su sentido de sí, en su identidad muy profunda. Ahora vienen otros facilitados por un puente a poner en tensión su mismidad.

Lo anterior alimentado también por características que hacen que la insularidad, los y las insulares que habitan esos territorios los distingan como tales: como insulares. Características que tienen que ver con la permeabilidad ante el mundo y los frágiles límites que tienden a establecer con la otredad, los otros y otras del mundo.

 

Lunes 30 de noviembre

La gente parecía absurda vestida así, con esos artificios y disfraces mal llamados necesidades: hablaban de parcelas, cuentas de ahorro, deudas, del trabajo deseado, calendarios y deberes, se referían a lo debido, sus expectativas, sus teléfonos inteligentes juegan con ellos en las reuniones y con sus vidas, trataban de arreglar el mundo con sus experiencias digitales y depósitos realizados desde sus vitrinas. Que el sistema que aquí y acá. Todos se veían y mostraban. Y hablaban de los compañeros de sus hijos, del capítulo que habían visto en la teleserie nocturna, los viajes que habían hecho y la ropa que habían comprado, la última marcha a la que habían ido, de su actualidad. Del chico maravilla y de los goles que habían hecho en la play. Hablaban y hablaban puras weas: cayendo en los extremos y abusos de la racionalidad y la cantidad de discursos que se pueden levantar desde esa gran academia, desposeídos en su mayoría de voluntad y espíritu. Y seguían hablando… En un año como éste y en la voluptuosidad más descarnada del vivir se han roto los moderados juicios de la razón: “la normalidad”. He llorado como cuántas cascadas se han formado de la nada, he sentido profundos dolores que quedarán en mi alma, mi cuerpo y sus lesiones han buceado por densas tinieblas, me he perdido por horas en los bosques, he sentido cómo se acercan los vientos al venir las mareas. Aún desconozco y lo haré, la razón de todo. No sé en qué estado logre seguir caminando. Todo eso pasa mientras cruzo (a)chacao y se me pone la piel de gallina cuando la brisa mareada se estrella en mi cuerpo y me entumezco al pensar la manera en que rápidamente nos ahogamos y nuestra cultura se va a la mierda en un año como éste. En la carne siento cómo “en un año como este” en mi cuerpo alojan otras muchas vidas que han muerto y vuelto a nacer en mí. En ese preciso instante me dan ganas de volar a la aventura pero me atrapa la tierra.

 

Parafraseando las preguntas que arroja Mansilla (2009) sobre Chiloé y su cultura: ¿qué se puede hacer cuando la industria exportadora de productos naturales irrumpe en un territorio y en una sociedad que por siglos  ha sido básicamente rural, con una economía de autosubsistencia, casi desmonetarizada, fundada en el trueque, y con una población que no ha sido educada para operar con ventaja en el campo de las relaciones capitalistas de producción y consumo? Y ¿Qué ocurre si, además, tal irrupción acontece en un territorio que, por el hecho de ser insular y tener una historia de aislamiento (y de abandono), posee un potente capital cultural propio, acumulado por siglos, que ordena y da sentido  al vivir cotidiano en sus más diversas facetas, capital que no necesariamente sintoniza con las urgencias y exigencias de la industria?

 

Lunes 1 de febrero

Vamos camino al León. Las horas son densas y los momentos tardan en llegar. Para que hablar de  los bosques que nos reciben. Algo señaló Neruda respecto a los bosques chilenos y este planeta. El camino es pedregoso y con mucho barro. Son miles de subidas y bajadas, logros y frustraciones, encuentros y desencuentros, suspiros que esperanzan y lágrimas que caen, aciertos y desaciertos, sentidos fracturados y otros construidos. El día continuo y los minutos se disfrazan de horas. Limbo le llaman pero en verdad es más que eso. El día esta entre nublado y claro, gris y luminoso. El día permanece en una quietud extraña y a esta altura la semana se convierte en año, los años pasan junto a las experiencias y la vida permanece atrapada en un cuerpo que espera vivirla. Por mientras, continuamos perdidos en el infinito bosque.

 

Jueves 4 de febrero

Ahí está: ¡vendrá!

De la mano de las luces se abrirán senderos hacia la libertad.

¡¡Llegará!!

Tardará en asomarse. Costará y habrá más muertos.

Quizá hasta se nos sigan desprendiendo las carnes de nuestro cuerpo.

Las pasiones seguirán arrebatándose como latigazos y te aseguro que la inseguridad será la única certeza.

Desconozco lo que en concreto pase en el cotidiano o cómo se logre hacer una rutina.

Siquiera sé si continuará,

¡¡¡pero llegará!!!

Es decir, ¡todo este escenario además de ser perverso es trágico! Son oscuras las luces y cuesta descifrar las tensiones y saber cuáles y dónde están nuestros límites. El panorama es que a Chiloé lo han privao[3], han desnaturalizado el vínculo que por siglos han mantenido como cultura con la naturaleza y sus recursos, que como posibilidad estructurante de subjetividades ha supuesto también la posibilidad de darle sentido al vivir; que junto a eso han configurado toda una institucionalidad que salvaguarda criterios de desarrollo exógenos y que han montado todo un sistema para asegurar condiciones alienantes.

Jueves 3 de marzo

Preparativos:

Soltar, dejar,

soltar, desprenderse, soltar.

Ser,

dejar de pensar,

dejar de esperar.

 

Soltar, desapegarse,

liberarse de los miedos,

soltar más.

Sin necesidades ni proyectos, menos preocupación.

 

Comenzar a soñar,

volver a soltar.

Tomar distancia, escuchar y nuevamente soltar,

dejar que el río avance,

soltar.

 

Permanecer atento a la naturaleza,

resistir, revelarse y soltar otra vez,

perdonar, soltar,

ver, palpar, oler,

degustar, oir

y soltar otra vez.

 

Pero aún hay ventanas desde las cuales poder apreciar la luz de la liberación y en ellas contribuir con pequeñas huellas y haces de luz para que la comunidad se organice y se piense desde lo que le es propio, y desde ahí se movilice en busca de rutas de navegación que conduzcan hacia lo que les pertenece y quieren para sí.

 

Hoy:

Miro a lo lejos y te veo.

Me trato de esconder y te veo.

En la montaña, en lo alto de los vientos

te veo subir.

Al salir el sol siento tu largo pelo

palpar y colarse en mis ojos como los largos brazos del sol.

En mi libertad deambulo hasta que apareces tú.

Los límites se rompen y vuelven a hacer cuando te encuentro

y el espacio se hace nuevo y el tiempo transcurre desde su origen.

 

Otra vez hoy:

 

Y me perdí nuevamente en el bosque

y te vi.

Nos vimos y sonreímos,

y al verte me vi:

morí…

Y volví a nacer.

 

En esta tragedia se asoman los brotes, más aún en estas tierras, tardan pero vienen. Se abren espacios para generar contracultura y mentes liberar. En este contexto de globalización surge al menos una ventana para ver con claridad y cuestionarse el modelo desde lo local.

A continuación se propone un Taller que permita realizar un acompañamiento a niñas, niños y jóvenes de sectores rurales en el archipiélago de Chiloé que deben migrar obligatoriamente de sus territorios para y por la continuidad de sus estudios,  en el que se busca primeramente que los niños, niñas y jóvenes puedan tener conciencia, reconocer y reconocerse en esa experiencia como propia e independiente si quieren o no continuar sus estudios puedan tener conciencia de todo lo que implica esa experiencia en términos del distanciamiento de sus familias, la transformación de la cultura como producto de esa elección, los oficios y trabajos que ahora pasan a profesionalizarse y a desplazarse por el mercado y la industria, que puedan cuestionarse la decisión en términos del sentido último que tiene tras de si, que logren tener conciencia de que la educación tal como está estructurada en sus localidades es un sistema que tiende a reproducir ideales y relaciones de poder y exclusión y en ese marco a desplazar los valores propios de la cultura; y que a partir de ahí puedan  validar su experiencia subjetiva en lo que respecta a su niñez y juventud vinculada al territorio rural e insular que habitan y tomar una decisión en coherencia a eso.

Por otra parte y en la medida en que a través del diálogo se pueda ir visibilizando la experiencia de ser niña, niño y joven en un contexto rural y en tanto tal, puedan ir reconociendo aspectos de sí mismos, reconocer fortalezas y debilidades, además de reconocer su propia historia y la de su territorio.

 

Objetivo general

  • Posibilitar la construcción de un espacio dialógico que permita el encuentro de niñas y niños de sectores rurales de la isla Apiao que deben migrar de sus territorios, y que dicho encuentro posibilite movilizar procesos de toma de conciencia en torno a esta experiencia con previo reconocimiento de su historia e identidad como individuos y comunidad.

 

Objetivos específicos

  • Otorgar un espacio de escucha activa y dialogo para que las niñas y niños puedan expresar sus ideas, emociones, expectativas, temores, razones, en torno a la migración/desarraigo y generar un diagnostico que lo visibilice.

 

  • Apoyar a los niños y niñas en la preparación del proceso de migración para continuidad de estudios, profundizar en sus fortalezas y motivaciones, así como en el imaginario y creencias que puedan tener respecto a la migración.

 

  • Validar la posición subjetiva de cada integrante, fortaleciendo la imagen de sí mismos, reconociendo y validando su historia y la de su comunidad, identificando elementos relevantes de esta

Metodología

Este espacio se propondrá como un proceso educativo en sí mismo, enmarcado a su vez en un espacio y tiempo determinado para y en los estudiantes. Para que aquello suceda se requiere en parte interpelar a los estudiantes en distintas esferas de su existencia tales como cognitiva, emocional, comunitaria y otras que puedan ir surgiendo durante el proceso y en la medida que van interactuando entre ellos.

En este sentido se propondrá y buscará generar un espacio que trascienda el empoderamiento individual y dependiente de los otros, para permitir la transformación de esa realidad con un sentido individual pero también entendido desde la comunidad expresada en la cultura, y autónomo relacionado con la posibilidad de ir rescatando los propios recursos para dotar de sentido a la realidad así como la posibilidad de ir apoyando y movilizando la conciencia en este proceso que deben vivenciar como estudiantes rurales que debido a la continuidad de sus estudios deben migrar de manera forzada a temprana edad desde sus hogares y comunidades.

Lo anterior se verá reflejado en la medida en que los estudiantes tengan la oportunidad de verbalizar la experiencia, sentirla, compartirla con sus compañeras y compañeros, reflexionar el momento histórico que les toca vivir, y progresivamente la puedan ir significando en el horizonte y con el rescate de sus recursos culturales.

Si bien lo anterior se desarrollará en el marco de una metodología de acción y participación y con técnicas de animación comunitaria, las acciones y encuentros se irán definiendo en la medida en que se establezcan vínculos de cooperación entre los y las estudiantes y vayan emergiendo los significados y vivencias significativas.

En este sentido surgen 4 momentos importantes a considerar en las dinámicas que se vayan desarrollando sesión a sesión e incluso en el mismo encuentro:

  1. Selección cuidadosa del tema a trabajar.
  2. Aquí y ahora darse cuenta, más allá de lo racional, con las emociones y el cuerpo.
  3. Articular ese darse cuenta con el cotidiano.
  4. Socializar la experiencia.

En este contexto otro elemento a considerar aparte de las dinámicas en sí mismas que como tal ya tienen que ser un fin en sí, lo constituye un segundo momento de sistematización que permita ir registrando el dialogo e ir visibilizando y haciendo memoria, sobre la experiencia que viven los y las estudiantes, como posibilidad de síntesis y devolución del conocimiento y experiencia popular.

Cada jornada considerará 2 horas pedagógicas y si bien en cada una de ellas se abordaran  temáticas distintas, cada una estará vinculada al proceso que están viviendo. Estas están planificadas de tal forma de, progresivamente, ir facilitando mayores grados de conciencia respecto a quiénes son, lo que quieren y lo que están viviendo y las decisiones que hay que tomar en ese contexto.

Al inicio de cada jornada se realizará una dinámica para abrir la sesión y poder recapitular lo trabajado durante la (las) jornada(s) anteriores.

El total de horas pedagógicas consideradas para el desarrollo del taller son 14 horas, 12 correspondientes a las jornadas planificadas y 1 de cierre en la que se pretende realizar una devolución sobre lo observado y trabajado durante las jornadas así como para hacer una devuelta sobre consejos a considerar en ese proceso en un contexto de convivencia.

 

Planificación

Sesión

Fecha Temas a tratar
 

1

 

18/03/2017

 

Presentación el taller y levantamiento de expectativas e ideas respecto al proceso y temas a tratar en el taller

 

 

2

 

15/04/2017

 

 

Identidad: emocionalidad y corporalidad

 

3

 

20/05/2017

 

 

Mi Familia y los Otros

 

4

 

17/06/2017

 

 

Identidad colectiva: Territorio y Cultura en Apiao (invitación a las familias de estudiantes)

 

5

 

15/07/2017

 

El Territorio y yo: cómo los estudiantes se sienten o no parte de la isla y la comunidad.

 

6

 

19/08/2017

 

 

Creencias e imaginarios en torno a la migración de los estudiantes.

 

7

 

23/09/2017

 

 

Migración y yo: expectativas, miedos, sueños, e ideas.

 

8

 

14/10/2017

 

 

Proyecciones y sentidos.

 

9

 

18/11/2017

 

 

Cierre y devolución (posible participación del grupo musical Madera)

Referencias bibliográficas

  • Berroeta, H. (2014). El quehacer de la psicología comunitaria: Coordenadas para una cartografía.
  • Mansilla, S. (2009). Mutaciones culturales de Chiloé: los mitos y las leyendas en la modernidad neoliberal isleña.Convergencia, Revista de Ciencias Sociales Universidad Autónoma del Estado de México. 51, 271-299.
  • Witker, A. (1975). Prisión en Chile, archivo del fondo 46. Editorial Fondo de Cultura Económica. México.

 

 

 

[1] Witker A., 1975.

[2] En comillas porque me parece de una profundidad y riqueza en su espíritu, material e inmaterial, cuantitativa y cualitativa mucho mayor hablar de lo que Raúl Zibechi refiere cuando menciona a los procesos autonómicos.

[3] Entiéndase el estar privao tanto del estar en sí enojado como el estar privado de algo.